Cultura Stranger Things: Amistad en modo alto rendimiento
Los muchachos de ST nos inspiraron a escribir este post sobre equipos de alto rendimiento.

Queríamos escribir sobre la cultura de alto rendimiento, porque no necesariamente se entiende el concepto y por lo mismo tal vez no tienes tan claro si tu organización va en el camino correcto. Para definirlo de manera más amplia, complementamos nuestra mirada con publicaciones de las principales consultoras del mundo, como McKinsey, Deloitte y Gallup, y en base a esto definimos 4 características que debes tener en cuenta para construir una cultura de alto rendimiento. En este post te lo explicamos con los personajes de Stranger Things ¿por qué? Porque somos fan y un fan ve a sus personajes e historias favoritas en todo. Además, así seguro que es más fácil de entender y también de explicar.
Estos últimos meses hemos estado sufriendo con Vecna, Eleven y los chicos. Así que qué mejor que apoyarnos en ese grupo maravilloso de niños-adolescentes para explicar de qué se trata la cultura de alto rendimiento. Para empezar digamos en simple que la CAR se trata de esas organizaciones que entregan todo lo necesario en términos físicos y emocionales para que quienes participan de ella entreguen su máximo potencial. Para eso es necesario armar un ambiente de confianza, abierto, donde las ideas y opiniones sean recibidas con respeto y donde los objetivos sean claros y compartidos.
En base a esta definición la cultura de este grupo de amigos sin duda es una cultura de alto rendimiento y la verdad es que sólo con ese tipo de organización es posible enfrentar desafíos-enemigos como el Demogorgon, el Mind Flayer y a Vecna en la última temporada. En ese grupo-equipo se respira un ambiente protegido donde cada uno y una puede dar sus ideas sin temor a ser ridiculizado. Todas las opiniones tienen igual valor y eso hace posible que las soluciones a los obstáculos que van encontrando en el camino puedan venir desde cualquiera de ellos. Es un ambiente colaborativo, sin duda.
Vamos a ver las características principales para crear una cultura de alto rendimiento y ver cómo se cumplen en el grupo de amigos y amigas de Stranger Things (cuidado, alerta de spoilers):
La comunicación es clave
Si ponemos atención al desarrollo de los personajes y la historia que proponen los hermanos Duffer, veremos que en general la resolución de los conflictos y la llave para encontrar la salida de ellos viene cuando la comunicación se hace más fluida. En la temporada 4 un momento clave es la conversación entre Will y Mike en el furgón de Surfer Boy Pizza donde nos queda claro que la honestidad y mostrar las vulnerabilidades pueden ser un paso decisivo para encontrar soluciones, incluso cuando el objetivo es destruir a un demonio con habilidades síquicas. Y si viajamos al pasado, en la temporada uno Joyce logra comunicarse con su hijo a través de las luces y ese es el paso decisivo a la resolución del conflicto principal. Mantener una comunicación fluida por canales concretos puede marcar una diferencia clave para generar espacios con culturas sólidas. Propiciar la retroalimentación es un paso decisivo para identificar y alinear objetivos.
Objetivos colectivos, objetivos individuales
Identificar objetivos colectivos que hagan sentido es súper importante para tener una organización exitosa, pero aún más relevante es que esos objetivos sean compartidos por todos y todas. En Stranger Things hay un objetivo colectivo muy claro: Salvar el mundo. No se necesita convencer ni motivar a nadie porque es evidente que hay que dejarlo todo para lograrlo. Pero al mismo tiempo hay otros objetivos individuales que se complementan y potencian con los del grupo. Por ejemplo encontrar y cultivar lazos profundos, similares a los de una familia, que provean espacios de cariño y contención. Este es un objetivo muy evidente en Eleven y Hopper. No por nada la primera termina siendo la hija adoptiva del segundo. Esos objetivos individuales se potencian con los colectivos y viceversa, ya que el trabajar juntos para destruir a un monstruo y salvar el mundo, les permite acercarse más afectivamente y consolidar una relación de cariño, respeto y contención. La intersección de objetivos individuales con los grupales son una combinación muy poderosa para cualquier organización, participar de los objetivos de un grupo y al mismo tiempo ir cumpliendo metas profesionales y personales hace que la valoración de las personas hacia una organización crezca.
Todos saben cuál es su rol
En el clímax de la temporada 4 nuestros muchachos deben enfrentar a Vecna y para hacerlo se dividen las tareas. Todos saben con exactitud qué deben hacer: Un Grupo va a quemar al villano, otros dos deben distraer a los murciélagos-come-humanos, otros se ofrecerán de carnada (decisiones habituales en esta serie). Todos y todas trabajan sabiendo cuáles son las herramientas que tienen, cómo pueden ser más útiles al equipo y poniendo todas sus capacidades al servicio de los demás. Nadie intenta ocupar el puesto de otro, ni asumir un rol protagónico forzadamente. Eso los hace más fuertes y así pasa en cualquier organización que requiere el esfuerzo de todos y todas. Los esfuerzos están mejor focalizados y el trabajo se vuelve mucho más eficiente.
Herramientas al servicio de las personas
Las personas que son parte de una organización deben tener las herramientas necesarias para poder llevar su talento y capacidades al máximo. Eso es justamente lo que hacen en todas las temporadas este grupo de amigos y amigas. Así como nosotros usamos Pipoll, Slack y Metricool, ellos consiguen walkie talkies, armas, antenas para comunicaciones de larga distancia, bicicletas para transportarse y sobre todo proveen un ambiente propicio para la creatividad. Pero quizás el ejemplo más gráfico de esto lo entrega Suzie, la novia de Dustin. Una programadora excepcional capaz de hackear códigos en una computadora de los 80. Ella gracias a la tecnología logra dar con el paradero de Eleven cuando era clave hacerlo. La tecnología apropiada, necesaria, posibilita que ideas que un principio hasta pueden parecen absurdas, prosperen y que un objetivo que parecía imposible para un grupo de niños, se transforme en una posibilidad cierta.
Algo queda claro, en Hawkins, Santiago, Chimbarongo o Berlín, la colaboración entre personas termina siendo decisiva para conseguir objetivos comunes. Pero para saber con certeza si los esfuerzos de una organización por generar ambientes más colaborativos están funcionando es importante medirlos. Hacer un seguimiento constante de tu cultura te permite tener claro qué está funcionando y qué no. Ya sea de forma interna con tus propias herramientas o con la tecnología de Pipoll, es muy importante que tengas feedback permanente de las personas que trabajan en tu empresa para así conducir a tu organización hacia una cultura de alto rendimiento, que no tenga nada que envidiarle a la de Dustin, Mike, Eleven y los suyos.