Denise Rojas: Identidad Diabla
Alto rendimiento, cultura e identidad en esta conversación con una figura de Las Diablas: Denise Rojas Losada ✨

Los equipos se hacen en una cancha, en los entrenamientos, en los partidos. Pero también se construyen y fortalecen fuera de ella. En 2016 comenzó un recorrido épico sostenido por un concepto: Las Diablas. La selección nacional femenina de hockey césped dejó de ser sólo un equipo para transformarse en una hermandad donde hay competencia, liderazgo horizontal, solidaridad y mucha ambición por conseguir objetivos que parecían inalcanzables. El más profundo de ellos: Masificar este deporte en Chile.
“Este equipo hace 6 años marcó una diferencia, dejó de llamarse equipo para pasar a llamarse Las Diablas, una hermandad”, explica Denise Rojas Losada, pilar de nuestra selección y goleadora chilena en el mundial con dos anotaciones. Por primera vez las chilenas veían su bandera flamear en la máxima competencia planetaria. Pero para lograrlo fue necesario hacer cambios, quemar etapas, exigirse al máximo y formar un grupo humano muy fuerte.
¿Tienes claro el momento en que comenzaron a ser las Diablas?
Sí, totalmente. Era muy chica cuando fui a mi primer Panamericano en Toronto 2015. Pero fue justo después de ese Panamericano donde viene el cambio y pasamos a ser Las Diablas. En Lima ya era esta nueva generación y el comienzo de la hermandad. Yo aprendí mucho de esas generaciones anteriores, pero ahora es distinto. Creo que antes habían muchos grupos, el liderazgo no estaba compartido. Cuando te imponen ser líder y no estás preparada para eso o no lo sientes, puede ser complicado. Hay personas que lo tienen innato y otros que lo adquieren y eso se ha llevado muy bien en Las Diablas.
¿Por qué Diablas?
Parte por un diario, después de un torneo en una nota un periodista las llama Las Diablitas Rojas. Después una jugadora que estudiaba diseño hace un logo de Las Diablas y ahí parte todo.
¿Esa identidad en qué se traduce?
Cuando empieza la temporada nos juntamos, hacemos reuniones y antes de la última Copa América decretamos que íbamos a clasificar al Mundial. Tú mirabas las caras de las jugadoras y sabías que iba a ser así. Incluso cuando Estados Unidos nos empató en el último minuto y tuvimos que irnos a penales, estábamos seguras que ganaríamos el partido y clasificaríamos al mundial. En los entrenamientos y en cada cosa que hacíamos sabíamos que todo estaba aportando a ese gran objetivo.
¿Cómo se cuida esta hermandad?
En el dia a día, compartimos 24/7 prácticamente. Tomamos desayuno juntas y así nos hacemos parte de la cotidianidad. Esa complicidad que conseguimos compartiendo fuera de la cancha, después se nota dentro de ella.
Identidad
"Somos resilientes, positivas, tenemos una personalidad con la que nos interesa contagiar a nuestro entorno"
¿Comparten harto fuera de la cancha en el hockey o es algo particular de este equipo?
Creo que en los deportes colectivos eso pasa con bastante naturalidad. Pero en Las Diablas por la identidad que hemos ido creando es mucho más. Realmente pasamos más tiempo con las compañeras de equipo que con nuestras familias. Los días de semana se entrena mucho y el fin de semana están los partidos.
Cuando hablas de la identidad ¿a qué te refieres?
Que al equipo de hockey césped femenino lo llamen Diablas ya te ayuda a construir esa identidad. A partir de eso la fuimos creando de a poco. Nos importaba que las jugadoras que están conociendo el deporte sepan quiénes somos. Somos resilientes, positivas, tenemos una personalidad con la que nos interesa contagiar a nuestro entorno. Esta construcción de la identidad también fue exitosa porque teníamos un objetivo muy claro, clasificar al Mundial. Cuando quedamos fuera del anterior sentíamos que lo habíamos dado todo y no lo habíamos logrado. Los resultados te permiten construir logros más importantes como masificar este deporte. Eso es lo que queremos y creo que lo hemos ido consiguiendo. Los triunfos a nivel continental, la clasificación al Mundial, la construcción de la cancha en el Estadio Nacional y luego vienen los Panamericanos que nos van a permitir conseguir justamente eso, masificar el deporte, que deje de ser visto como un deporte elitista.
La ubicación de la cancha nueva es importante
Sí, seguro. Nos acerca a nosotras a las personas y las personas pueden acercarse más a nuestro deporte. Va a ser muy importante esa cancha y los Panamericanos.
Dentro de ese recorrido identitario hay hitos ¿Cuáles destacarías?
Empezamos con un World League 2 donde clasificamos a un histórico World League 3, después estuvimos a punto de clasificar a un mundial en 2017, pero no dependía exclusivamente de nosotras, sólo había un cupo y lo perdimos frente a Argentina que nos ganó 3-1, aún así fue histórico. Después tuvimos un bajón en Lima, donde salimos cuartas. Pero ahí nos dimos cuenta que necesitábamos un momento bisagra, y ese momento llegó con la Copa América que se jugó en Chile. Jugamos una semifinal con Estados Unidos y si ganábamos ese partido clasificábamos al Mundial, independiente del resultado en la final. Ganamos ese partido y jugamos la final ya clasificadas. Fueron años en que el equipo fue marcando diferencias, sumando victorias, logramos consistencia y consiguiendo resultados.
¿Ese partido fue clave en el crecimiento de ustedes como equipo?
Creo que esa final de Lancaster, EEUU, es muy relevante. Fue televisado por TVN, era una final histórica. Hasta ahí las finales siempre eran Estados Unidos contra Argentina. Desde ahí cambió mucho, además que llegamos a muchas personas que pudieron vivir la experiencia con nosotras. Esa fue una bisagra que abre el cambio.
¿Ha sido importante que se conozcan desde chicas?
Sí, hay jugadoras y familias que se conocen por las selecciones menores cuando tenían 12 o 13 años. En esta selección hay muchas que jugamos el mundial de 2016, esa es una base en que somos muy amigas. Eso marca la diferencia, el tema generacional es importante. Nuestra generación es más flexible, en los entrenamientos somos muy competitivas, pero de una forma muy sana. Te hace crecer, saca tu mejor versión, pero seguimos siendo un equipo.
Liderazgo en modo Diabla
Cómo ha sido una constante en el deporte chileno, los grandes logros han llegado con liderazgos fuertes capaces de cambiar una cultura en particular. El hockey también lo vivió con la llegada de Sergio Vigil, entrenador argentino campeón del mundo con Las Leonas en 2002 y medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. Su llegada fue el impulso que esta generación necesitaba: “Cuando uno cree y confía en su cuerpo técnico esto es más fácil. Si hay una buena conexión se ve en cancha. Si no logras entender al técnico hay poca conexión y la planificación se vuelve poco efectiva. Este staff nos entregó confianza, no había juicios, sí trabajo y se fueron ganando nuestra confianza al punto que en el mundial fueron parte de nosotras”.
¿Cómo funciona ese staff?
Podríamos decir que hay un jefe que es Cacho (Sergio Vigil), argentino, que trabajó con Las Leonas. Él trajo toda esa cultura que está más desarrollada allá. Con él pasamos de entrenar tres días a la semana, a hacerlo 5 veces en doble jornada. Y si es necesario entrenar el fin de semana hay que hacerlo. Cambió el ADN deportivo de cada una de nosotras. Eso también cambió a los entrenadores que estaban en Chile. Nos cambió hábitos porque éramos amateur.
¿Por qué antes no lo hacían?
Creo que pasa por los objetivos. Él vino a hacer el hockey césped más profesional. Antes el compromiso era distinto. Él llegó y nos dijo que si queríamos ir al Mundial teníamos que adaptarnos a estas nuevas exigencias, ¿se suben al barco o no? Fue muy claro, nos dijo que no sería fácil, un poco incómodo. Fue difícil, nos hizo sentir incómodas muchos años, nos expuso y nosotras nos adaptamos. Pero pesa la cultura también. Acá los colegios británicos tienen cancha de hockey, en Argentina cada comuna tiene una. Eso hace mucha diferencia, allá tienen el triple de jugadoras.
Sergio Vigil, el DT
"Con él pasamos de entrenar tres días a la semana, a hacerlo 5 veces en doble jornada y si es necesario entrenar el fin de semana hay que hacerlo. Cambió el ADN deportivo de cada una de nosotras"
¿Algunas se cayeron en el proceso?
Sí, algunas. Hubo recambio también, otras se fueron y volvieron. Fue una mezcla de todo.
¿Él se junta con ustedes para decirles todas estas cosas?
Sí, también lo hace Diego (Amoroso). Tenemos feedback de todo el equipo. Pero Cacho era principalmente el que jugaba con tus emociones para sacar tu mejor rendimiento.
Cuando dices que las expone ¿Cómo es?
Hay de todo, pero también pasa en la cancha. Él dice por poner un ejemplo “Una Diabla nunca salta cuando viene un pelotazo” o “Una diabla nunca reclama”. Eso lo hace en cancha. Ahí te puedes equivocar, pero no puede haber negligencia. Eso lo hacía con todas, especialmente con las mejores porque eso también es un mensaje para las más chicas.
¿Ese feedback se daba en el sentido contrario también?
Sí, siempre. Mientras más feedback hay, mejor. Al principio nos costó, pero con el tiempo fue mejorando eso y ahora es natural. Al final de los entrenamientos puedes ver siempre a alguien hablando con los entrenadores. Esta conversación continua nos ha hecho muy bien. Avanzó de a poco y fue evolucionando porque no te gusta que te expongan. Al principio te enojabas, pero después empezó a ser una conversación y eso ayuda a crecer.
Ustedes han crecido con ese feedback ¿Ellos también? ¿Son mejores entrenadores hoy?
Sí, al mundial fueron 10 del staff. Unos trabajaban ataque, otros con defensa, medio. Hay trabajo entre líneas y eso se tiene que coordinar. Cacho es el entrenador jefe, pero su liderazgo es compartido, hace parte a los otros que por ejemplo hicieron charlas en el mundial. Ese liderazgo ha ido fortaleciéndose con el tiempo.
Cambió la cantidad de entrenamiento ¿cambió la calidad también?
Sí, antes entrenábamos tres horas seguidas. No parábamos. Ahora entrenamos dos horas entre físico y técnico. Bajamos un poco el hockey porque este tipo de entrenamiento es mucho más eficiente. Antes necesitábamos las tres horas. Pero esta nueva etapa nos cambió el ADN deportivo de cada una. Marcó la diferencia.
¿Cómo enfrentaron ir a un mundial a jugar con las mejores?
Cuando dan los grupos dijimos: Bueno, nos tocaron las mejores del mundo, no es el escenario que queríamos, pero por logística después no te puedes encontrar con ellas más adelante. Pero por cuestiones de la organización si pasábamos los octavos igual terminaríamos encontrándonos con Holanda. Podíamos hacer un grupo extraordinario, pero igual te cruzabas con las mejores del mundo. A partir de eso el staff técnico fue muy inteligente, en cada entrenamiento practicábamos algo que nos serviría para cada partido. Ejemplo, entrenábamos superioridad numérica pensando en Irlanda, uno contra uno pensando en Alemania. Ellos nos ponían objetivos que estaban enfocados en nuestros rivales. Así cuando las enfrentamos ya sabías más o menos con qué te ibas a encontrar.
¿Y después eso se tradujo bien a la realidad?
Totalmente sí. Por eso es muy buena esta conexión con el staff porque hay que creer en ellos para llevar bien sus ideas a la cancha. Cacho es muy de mostrarnos en cancha los movimientos para que en el partido se te haga más fácil.
¿Usan datos para tomar decisiones?
Siempre usan datos, el head coach de las selecciones es muy fan de los datos finos. Previo a un torneo él siempre nos muestra las estadísticas de los equipos contra los que jugaremos. El staff sigue ese camino también. Recopilan información de los partidos que jugamos por nuestros clubes y esos datos les sirven para tomar decisiones respecto a las convocatorias.
Y a ti individualmente ¿te sirven los datos?
Sí, los uso para ver cómo va mi crecimiento en cancha. Soy de las jugadores que arma el ataque. Cuando quiero atacar quiero marcar una diferencia. Eso me lo muestran los datos. Tengo mucho tiempo en cancha, juego harto. La fatiga a veces juega en contra y con los datos puedo ver si tomé buenas decisiones aún en esos momentos de más cansancio.
¿Usan GPS?
Sí, entrenamos con GPS. Después de cada entrenamiento te mandan un informe donde te muestran cuánto corriste, las velocidades, intensidades. Permite ser más objetiva en la evaluación. Además tenemos un médico, una nutricionista que nos ven constantemente. Ellos tienen un chat para estar alineados.
¿Cómo conecta el staff con el equipo y qué rol cumple la capitana en eso?
Cacho crea esto, la idea de tener cuatro capitanas de distintas generaciones que van liderando el equipo, que toman decisiones. Se juntan con ellas y le plantean problemas que hay que solucionar y llegan a esas soluciones en conjunto. El grupo lo toma muy bien siempre porque el liderazgo es más compartido y eso también pasa en el staff, incluso para las nóminas de las selecciones. Eso hace que crezcan todos.
¿Tienen psicólogos?
Tenemos una psicóloga deportiva que está en cancha con nosotras, pero muchas tienen sus propias psicólogas. Fue fundamental tener ese apoyo en el mundial por todo lo que implica un mundial, vas a jugar contra las mejores, hay frustraciones, vives al límite, sientes la responsabilidad de estar, no fallar. En verdad es muy intenso.
Crecimiento personal y motivación
Se abre una nueva etapa en la vida de Denise. Luego del Mundial decidió ir a jugar a Alemania, específicamente en el Damen Harvestehuder de Hamburgo. Ya no tendrá que compartir tiempos entre el estudio y el hockey, su dedicación será exclusiva para el deporte. Nada que ver con el estrés previo al mundial: “Entrenábamos en la mañana de 7:15 a 9:45, a las 7:15 ya estábamos en cancha, nos levantábamos a las 6:00 de la mañana, 5:50. Tenías que hacer como diez bolsos porque entrenabas, después te duchabas y te ibas a trabajar o a estudiar. Algunas tomaban desayuno y otras no, las que prefieren entrenar en ayuno. Después del entrenamiento yo me iba a estudiar, estoy terminando kinesiología entonces partía a la clínica, al internado. Cuando salía de la clínica volvía a entrenar. Eso lunes, miércoles y viernes porque martes y jueves se entrenaba por el club y ahí tampoco hay que faltar.
Si faltas no juegas el fin de semana
O sea, las seleccionadas chilenas siempre juegan por su club, pero las Diablas nunca faltan a entrenar. Eso también es parte de nuestra identidad. Un deportista que representa a Chile no lo hace solo en la cancha, creo que tiene que transmitir esos valores a todas las personas porque representas a Chile. Yo juego hockey, pero represento en el hockey a Chile, por eso cada chileno se debe sentir parte de lo que hago. Por eso hay un compromiso con mi país. No se valora mucho eso del deportista, que es toda esta parte de la imagen y el compromiso.
Eso fue un paréntesis porque estabas contando cómo era tu día
Jajaja, claro. Después de entrenar en la tarde volvía a mi casa como a las 10:30 de la noche. Ahí comía, me duchaba y a dormir. Todo es bien al límite, tienes poco tiempo entre las tareas del día a día.
Ahora que te vas a jugar a Alemania ¿vas a congelar?
Es que me queda una rotativa. Congelé estos dos meses porque es muy corta esta parte de la temporada por el Mundial de hombres y por la ProLeague. Justo me calzó que puedo jugar esta primera temporada, volver, terminar la carrera y para la segunda parte de la temporada que parte en abril irme lista.
La hinchada Diabla
"Nuestra cercanía con los fanáticos permite que ellos se sientan más parte del proceso y eso fue tan así que creo que sintieron que jugaron el mundial con nosotras"
¿Te vas con contrato full?
Sí, me voy 100% dedicada al hockey. Voy a poder entrenar más tranquila, estar mucho en el club y además hacer el entrenamiento complementario que me deje la Selección. Tengo que estar en el ritmo de las Diablas porque viene Santiago 2023, los Juegos Olímpicos y eso es muy importante.
¿Cuántas están dedicadas al deporte 100%?
Somos tres: La Manu (Urroz), la Nati (Salvador) y yo. Muchas congelaron para preparar bien al mundial, entonces ahora están aprovechando de avanzar en sus carreras. Pero yo creo que después de Santiago 2023 más de la mitad de Las Diablas van a estar jugando afuera. El sueño de todas es jugar y vivir afuera, sacar lo mejor de la cultura de esos equipos y traerlo acá.
La clasificación al Mundial y todos los resultados que han venido consiguiendo ¿Están generando cambios en el hockey en general?
Sí, está cambiando mucho y creo que se van a terminar de decretar cuando juguemos Santiago 2023 en el Estadio Nacional. Es el hito que falta, la guinda de la torta jugar panamericanos en casa, clasificación a los juegos olímpicos y en el Estadio Nacional. Eso va a marcar mucho. Pero ya se está hablando mucho del hockey, incluso entre personas que no conocen tanto el deporte. Esto no está pasando sólo en Santiago, Antofagasta y Concepción vienen creciendo mucho. Se ha hecho un torneo con regiones y aunque el centro sigue siendo fuerte, el sur fue muy competitivo.
¿Hay más fanáticos del deporte?
Muchos más. A veces pasa con el fútbol, por ejemplo, que la llegada a los futbolistas es difícil. Nuestra cercanía con los fanáticos permite que ellos se sientan más parte del proceso y eso fue tan así que creo que sintieron que jugaron el mundial con nosotras. Quedamos en lugar 13 del mundial, pero fuimos sensación, eso es porque también está cambiando la cultura deportiva. Las personas entienden que no vamos a ganar un Mundial de la noche a la mañana, pero estamos mejor ranqueadas que nunca, hemos logrado objetivos y seguimos creciendo.
Están más activas en relación a la comunidad que las rodea
Lo que nos está pasando mucho es que ahora las niñas y niños de los clubes te reconocen. También pasa que en los cursos que hace la federación piden que Las Diablas estemos presentes en esos cursos. Estamos más en terreno, por así decirlo. Este tipo de actividades marca sobre todo a las niñas, mucho más que las palabras lo que quedan son las experiencias y entrenar con una Diabla puede ser muy marcador.
¿Cómo vives esta nueva etapa en tu carrera?
Me va a ayudar mucho jugar en Alemania. Esa liga es muy distinta, entonces es un desafío. Ya jugué en España y es parecido a lo que hacía en Chile. En cambio Alemania juega muy distinto, contra ellas nos cuesta mucho, te sientes incómoda. Lo que proponen ellas es muy distinto incluso a los otros equipos europeos. Así que es un desafío mayor que me pone muy feliz. Me ayudará mucho para los Panamericanos.
Ya consiguieron un objetivo, hicieron historia ¿Cómo lo hacen para generar una motivación nueva?
Jugué contra las mejores del mundo, Países Bajos, y en el entretiempo camino al camarín miré el marcador que decía 1-1 y la verdad es que no lo podía creer. Las caras de ellas también eran de incredulidad. Después nos ganaron 3-1 y en la charla final yo le dije al preparador físico ¿Cómo lo puedo hacer para ser igual de buena que ellas? Tengo 27 años, pero llevo 12 años en la selección y antes del mundial pensaba que cuando terminara tal vez debía bajar la intensidad del hockey para darle espacio a otras cosas. Pero después de jugar con ellas mi pensamiento era totalmente distinto, ahora creo que no puedo darme un minuto de descanso. Llegué a Chile y me puse a entrenar. Ahí está la motivación: Me entrené muchísimo para el Mundial y aún así no fue suficiente. Se logró la meta del mundial, pero queremos jugar unos Juegos Olímpicos y ganar medallas en los Panamericanos de Santiago 2023.