Liderazgo que potencia a las personas

La importancia de un liderazgo que fortalezca la cultura interna

Liderazgo que potencia a las personas
Collage: Gonzalo Pizarro D.

No hay sólo una forma de liderar, pero sí hay bastante acuerdo en que ese liderazgo debe fortalecer la cultura interna y a las personas que son parte de ella.

El liderazgo al interior de las organizaciones está en constante cambio y desarrollo. El mundo es cambiante y los desafíos también. Por eso ser un líder abierto y flexible capaz de ver las sutilezas del presente e incorporarlas puede ser muy relevante para fortalecer o desarrollar la cultura que buscas en tus equipos de trabajo.

A eso sumémosle que la satisfacción de las personas en el lugar de trabajo está unido de manera directa con la relación de esas personas con sus líderes.


Si bien hay formas variadas de ejercer el liderazgo, hay cierto consenso en que para conseguir culturas de alto rendimiento es necesario que ese liderazgo ayude a conectar a las personas con su propósito, con la realización personal y a desarrollarse junto a las otras personas que son parte de la empresa.


Pero ¿cómo hacerlo? La pregunta no es tan fácil de contestar porque cada cultura es única y los liderazgos deben enfocarse en ella. De todas las recomendaciones que se pueden  encontrar en la literatura y sitios especializados, en Pipoll consideramos tres de ellas que nos parecen muy relevantes.


Escuchar y ser transparente

Una comunicación directa eficaz que baje los niveles de incertidumbre y entregue vías claras para conseguir sacar la mejor versión de cada persona permite a quienes ejercen liderazgo ser percibidos como personas confiables. Para conseguirlo es sumamente importante escuchar con atención las necesidades de las personas y proponer acciones en base a esa escucha. Tomar en cuenta al otro, ponerse en su lugar y hablar con respeto respecto a lo que es necesario mejorar, permite potenciar liderazgos positivos. A partir de ahí alinear los objetivos individuales con con los de la organización se vuelve un proceso mucho más natural y fluido.


Liderar con el ejemplo

No sirve de mucho tener un discurso que hable de la importancia de escuchar a las personas si eso no se traduce en hechos concretos. Hay una diferencia abismal entre quien habla sobre los valores de una organización respecto a quien los encarna. En este ejemplo específico realizar reuniones uno a uno, generar canales de retroalimentación fluida y  proponer acciones basadas en la escucha son acciones más poderosas que cualquier discurso, por excelente que este sea.

Dar autonomía

Ser un líder que abre caminos de desarrollo para las personas que son parte del equipo es una de las características más importantes para consolidar una cultura potente. Al aumentar los niveles de autonomía, también crece la confianza y con ella el compromiso de las personas con la organización. Escuchar a las personas, confiar en ellas, entregar responsabilidades permite alinear los objetivos y propósito de la empresa con los de las personas.


En Pipoll trabajamos con empresas muy diversas, tan diversas como sus líderes. En esa variedad hay un punto en común: Todos y todas quieren entender y escuchar mejor a las personas que participan de sus equipos. Para hacerlo de manera eficiente usan herramientas como el seguimiento uno a uno de Pipoll (que puedes probar de forma gratuita 👀✨) que complementan con reuniones uno a uno y otras actividades internas.